FACUNDO ARANA, SOBRE “PODER... SE PUEDE”
Published by FC de Facundo Arana under on 2:07 p. m.
“Esta es la obra que estaba buscando hacer desde hace 30 años”, expresó ayer Facundo Arana en un diálogo extenso y distendido, en el que el actor no ocultó su entusiasmo y compromiso con un tema que trasciende lo meramente actoral y se encarama en lo puramente humano, solidario y tan supremo, como la vida misma.
“Siempre quise contar algo que mereciera la pena ser contado y siento que con esta obra, lo logramos. Te garantizo que es para aplaudir, porque es preciosa”, remarcó, al referirse a “Poder... se puede”, la obra teatral de Raúl Dayub sobre una idea original de Mauricio Dayub, que protagoniza junto a Nicolás Scarpino, bajo la dirección de Marcelo Cosentino.La obra cuenta la historia de Damián, quien frente a una noticia que lo desorienta, busca el encuentro con quien supone lo más cercano al afecto familiar, como haría cualquiera de nosotros en un momento decisivo de nuestras vida. Y allí aparece Muller. Juntos van a descubrir por qué, en la vida, siempre hay que luchar por estar dónde uno quiere.
- Esta gira nacional comenzó... ¿hace ya un mes?
- Sí. En realidad iba a empezar antes, pero a causa de la gripe A se postergó. Personalmente no me afectó porque siempre tuve trabajo, pero soy conciente de que hubo gente que ante la imposibilidad de trabajar se quedó sin un plato de comida.
- ¿Y mientras tanto?
- Salimos un tiempo después, igualmente en condiciones. Mientras tanto, para matar la ansiedad, seguimos ensayando. Cuando salimos, la obra llevaba casi cinco meses de ensayos, porque empezamos en noviembre y luego retomamos en marzo. Hicimos como veinte presentaciones a puertas cerradas en las que pudimos hacer todos los ajustes necesarios.
- ¿La estrenaron en Buenos Aires?
- La idea original era empezar esta gira en Montevideo, Uruguay, pero se postergó porque ahí también llegó la gripe y entonces pasamos esa función al final, para cerrar allí la gira. Arrancamos en Neuquén y sinceramente fue una cosa... de locos.
- A ver... contame.
- Teníamos la sensación del cuento que estábamos contando, pero no tuvimos ese ida y vuelta hasta que no la estrenamos. Y es de no creer lo que pasa entre la gente y el artista. Se da una comunión muy preciosa. Con Nico (Scarpino) coincidíamos en que no nos ha tocado nunca algo tan lindo.
- ¿Qué es lo maravilloso de esta obra?
- Tiene un lindo mensaje y más que todo, es algo que se siente. Cada uno escala sus propias montañas y eso representa cualquier escollo en la vida. Pero esta historia te abre los ojos. Es un recordatorio de que no hay que perder el tiempo, un llamado a que miremos a los que tenemos alrededor.
- ¿Es como un alerta en medio de un mundo agitado?
- Todos pasamos por momentos de omnipotencia y luego, sentimos esa impotencia por no prevenir algunas cosas. La vida solita nos hace reflexionar. Lo que tiene de lindo esta obra es que no te enseña, sino que te recuerda, porque la gente que ha sido bien criada o bien querida en su casa, conoce perfectamente lo que en verdad cuenta.
- Te escucho sumamente entusiasmado...
- Sí, porque esta historia ayuda a la concientización, invita a la reflexión. Siempre, desde hace treinta años, quise contar algo que merezca la pena ser contado y siento que esta historia ayuda a generar conciencia, sobre todo en función de aspectos relacionados con la salud, aunque no únicamente.
- Por lo que sé, todo esto está inmerso además, en una campaña de concientización...
- Desde mi rol de actor pensé en por qué no dar también un mensaje con las cosas que no están dichas y deben ser dichas. Siempre hay cosas que nos quedan en el tintero, como donar sangre. El porcentaje de dadores voluntarios es muy bajo y en un tratamiento por leucemia, una persona puede llegar a necesitar hasta 100 dadores de sangre.
- ¿Falta que tomemos conciencia o también falta información?
- Nosotros llevamos este mensaje de la necesidad y la importancia de tomar conciencia. La medicina avanzó mucho y la información al respecto no ha sido tan velozmente difundida. Hoy, el 50 por ciento de las enfermedades vinculadas al cáncer puede tener cura si se detectan a tiempo y otro 40 por ciento, se puede prevenir.
- ¿También están grabando un documental?
- Es un especial que pensamos subir a alguna página de Internet. Es una campaña de concientización que no es solamente de lucha contra el cáncer, porque también sirve para afrontar la depresión, la pérdida de un ser querido, la frustración de no poder llegar a fin de mes o a superar los momentos difíciles que todos tenemos.
- ¿Avanzan sobre algún guión?
- No. Vamos improvisando, a ver qué pasa, a ver con qué nos encontramos. Grabamos cosas curiosas, datos, hay caras, experiencias, kilómetros recorridos, lugares, ocurrencias y todo eso, chequeado con gente de la medicina, porque otro dato a tener en cuenta es que para el 2010, el cáncer será la principal causa de muerte en el mundo, si no hacemos algo.
“Siempre quise contar algo que mereciera la pena ser contado y siento que con esta obra, lo logramos. Te garantizo que es para aplaudir, porque es preciosa”, remarcó, al referirse a “Poder... se puede”, la obra teatral de Raúl Dayub sobre una idea original de Mauricio Dayub, que protagoniza junto a Nicolás Scarpino, bajo la dirección de Marcelo Cosentino.La obra cuenta la historia de Damián, quien frente a una noticia que lo desorienta, busca el encuentro con quien supone lo más cercano al afecto familiar, como haría cualquiera de nosotros en un momento decisivo de nuestras vida. Y allí aparece Muller. Juntos van a descubrir por qué, en la vida, siempre hay que luchar por estar dónde uno quiere.
- Esta gira nacional comenzó... ¿hace ya un mes?
- Sí. En realidad iba a empezar antes, pero a causa de la gripe A se postergó. Personalmente no me afectó porque siempre tuve trabajo, pero soy conciente de que hubo gente que ante la imposibilidad de trabajar se quedó sin un plato de comida.
- ¿Y mientras tanto?
- Salimos un tiempo después, igualmente en condiciones. Mientras tanto, para matar la ansiedad, seguimos ensayando. Cuando salimos, la obra llevaba casi cinco meses de ensayos, porque empezamos en noviembre y luego retomamos en marzo. Hicimos como veinte presentaciones a puertas cerradas en las que pudimos hacer todos los ajustes necesarios.
- ¿La estrenaron en Buenos Aires?
- La idea original era empezar esta gira en Montevideo, Uruguay, pero se postergó porque ahí también llegó la gripe y entonces pasamos esa función al final, para cerrar allí la gira. Arrancamos en Neuquén y sinceramente fue una cosa... de locos.
- A ver... contame.
- Teníamos la sensación del cuento que estábamos contando, pero no tuvimos ese ida y vuelta hasta que no la estrenamos. Y es de no creer lo que pasa entre la gente y el artista. Se da una comunión muy preciosa. Con Nico (Scarpino) coincidíamos en que no nos ha tocado nunca algo tan lindo.
- ¿Qué es lo maravilloso de esta obra?
- Tiene un lindo mensaje y más que todo, es algo que se siente. Cada uno escala sus propias montañas y eso representa cualquier escollo en la vida. Pero esta historia te abre los ojos. Es un recordatorio de que no hay que perder el tiempo, un llamado a que miremos a los que tenemos alrededor.
- ¿Es como un alerta en medio de un mundo agitado?
- Todos pasamos por momentos de omnipotencia y luego, sentimos esa impotencia por no prevenir algunas cosas. La vida solita nos hace reflexionar. Lo que tiene de lindo esta obra es que no te enseña, sino que te recuerda, porque la gente que ha sido bien criada o bien querida en su casa, conoce perfectamente lo que en verdad cuenta.
- Te escucho sumamente entusiasmado...
- Sí, porque esta historia ayuda a la concientización, invita a la reflexión. Siempre, desde hace treinta años, quise contar algo que merezca la pena ser contado y siento que esta historia ayuda a generar conciencia, sobre todo en función de aspectos relacionados con la salud, aunque no únicamente.
- Por lo que sé, todo esto está inmerso además, en una campaña de concientización...
- Desde mi rol de actor pensé en por qué no dar también un mensaje con las cosas que no están dichas y deben ser dichas. Siempre hay cosas que nos quedan en el tintero, como donar sangre. El porcentaje de dadores voluntarios es muy bajo y en un tratamiento por leucemia, una persona puede llegar a necesitar hasta 100 dadores de sangre.
- ¿Falta que tomemos conciencia o también falta información?
- Nosotros llevamos este mensaje de la necesidad y la importancia de tomar conciencia. La medicina avanzó mucho y la información al respecto no ha sido tan velozmente difundida. Hoy, el 50 por ciento de las enfermedades vinculadas al cáncer puede tener cura si se detectan a tiempo y otro 40 por ciento, se puede prevenir.
- ¿También están grabando un documental?
- Es un especial que pensamos subir a alguna página de Internet. Es una campaña de concientización que no es solamente de lucha contra el cáncer, porque también sirve para afrontar la depresión, la pérdida de un ser querido, la frustración de no poder llegar a fin de mes o a superar los momentos difíciles que todos tenemos.
- ¿Avanzan sobre algún guión?
- No. Vamos improvisando, a ver qué pasa, a ver con qué nos encontramos. Grabamos cosas curiosas, datos, hay caras, experiencias, kilómetros recorridos, lugares, ocurrencias y todo eso, chequeado con gente de la medicina, porque otro dato a tener en cuenta es que para el 2010, el cáncer será la principal causa de muerte en el mundo, si no hacemos algo.
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